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jueves, 2 de junio de 2011

Batalla de Midway

La Batalla de Midway ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, del 4 de junio al 7 de junio de 1942 y enfrentó a las fuerzas estadounidenses con la fuerza aeronaval del Imperio del Japón. Fue la primera derrota del poder marítimo japonés.

El mando militar japonés conocía perfectamente que su potencia económica era claramente inferior a la de los Estados Unidos, y que por lo tanto, en guerra de desgaste contra ese país serían derrotados. Por tanto, los hechos en los que pudiesen tomar la iniciativa eran vitales para el objetivo final del Imperio del Japón.
El ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 no tenía otro objetivo que acabar con la flota estadounidense estacionada en el Océano Pacífico, y así poder establecer sin molestias un programa de conquistas de territorios para la obtención de recursos vitales, como el petróleo, caucho y minerales, cuyas reservas estaban agotándose debido al bloqueo estadounidense. El fin último era llevar a los Estados Unidos a la mesa de negociaciones y establecer una paz a la medida de los intereses japoneses.

Para la ocupación de Midway
Fuerza de cobertura, con los acorazados Kongō y Hiei, 4 cruceros pesados, Atago, Chōkai, Myōkō y Haguro, el portaaviones ligero Zuihō, 8 destructores y 4 buques de abastecimiento.
Fuerza de apoyo al desembarco, comandada por el almirante Takeo Kurita, los cruceros pesados: Suzuya, Mikuma, Kumano y Mogami, más dos destructores y un barco de abastecimiento.
Primera flota
Acorazados Yamato, Nagato, Mutsu, portaaviones ligero Hōshō, el crucero ligero Sendai y 12 destructores. Esta fuerza se situaría en el perímetro más alejado de Midway.
Para el ataque de distracción a las Aleutianas
Tercera fuerza de portaaviones: Ryūjō, Jun'yō, y los cruceros pesados Maya y Takao.
Fuerza de apoyo: acorazados Ise, Fusō y Yamashiro más dos cruceros ligeros y barcos de abastecimiento.
Fuerza de desembarco: crucero ligero Abukuma más un transporte transformado, con 1.200 soldados, y cuatro destructores.

Consecuencias


Para el Japón

Cambio del escenario estratégico: de ahora en adelante los japoneses perderían gradualmente su eficacia en las posesiones logradas en el Pacífico por no poder defenderlas, antes del 4 de junio de 1942, Japón poseía superioridad estratégica en el Pacífico pero tras Midway había sufrido por vez primera una derrota de suma gravedad.
Pérdida del sentido de invencibilidad del Japón: el mal de victoria que se inculcó desde la guerra de 1905 con Rusia desapareció súbitamente tras el combate en Midway. La derrota sufrida se prendó tan intensamente en el alto mando japonés a tal extremo que se censuró estrictamente a la prensa y a los participantes de la batalla.
Pérdida de capacidad ofensiva aeronaval: de ahora en adelante el Japón tendría que reconvertir nuevos buques para suplir rápidamente a los portaaviones hundidos de modo tan repentino: los acorazados clase Hyuga fueron reconvertidos en portahidroaviones, el Mogami tuvo el mismo destino, el tercero de los Yamato en construcción se convertiría en el portaaviones más grande del mundo en ese entonces, el Shinano. Barcos de pasajeros que servían como auxiliares fueron reconvertidos en portaaviones ligeros como el caso de Junyo e Hiyo. La pérdida de potencial aeronaval estimada fue de un 65%.
Pérdida de excelentes naves, así como de tripulaciones aéreas y pilotos experimentados, que sería muy difícil reemplazar en corto plazo.
Declive de la estrella de Isoroku Yamamoto, después de esta batalla la ascendencia de Yamamoto en los círculos estratégicos perdió fuerza.


Para los Estados Unidos

La derrota japonesa demostró al alto mando estadounidense que el concepto del acorazado como "fuerza básica de ataque" era anticuado, y que las victorias dependerían de la táctica aeronaval.
La victoria en Midway permitió demostrar a los estadounidenses que "se podía hacer el trabajo" con las herramientas necesarias y que su potencial de industria de guerra podría responder el desafío bélico, como se vio al momento de reacondicionar eficazmente el USS Yorktown para combatir.
Las Hawaii se libraban de posibles ataques desde portaaviones japoneses.
Ganancia progresiva de la iniciativa estratégica militar y hegemónica del escenario del Pacífico.
Midway supuso una revancha por Pearl Harbor para los norteamericanos, y la maquinaria industrial estadounidense se volcó completamente en el esfuerzo de guerra.

Despues de Pearl Harbor

Después del ataque a Pearl Harbor, en apenas tres semanas los japoneses ocuparon Siam, las islas Gilbert y Ellice, Guam, Wake y Hong Kong, e iniciaron la conquista de Malasia, Borneo y Filipinas; seguidamente fue el turno de Birmania, Nueva Guinea y las islas Salomón. La flota británica en el Pacífico también quedó destruida. En marzo de 1942, el general Douglas MacArthur, comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en Extermo Oriente, hubo de abandonar la isla de Corregidor y trasladarse a Australia, donde asumió el mando de las fuerzas aliadas en el Pacífico sudoccidental. En mayo los japoneses completaron la conquista de Birmania y de las islas Filipinas y en Nueva Guinea se dirigieron a Port Moresby, pero fueron rechazados en la batalla aeronaval del Mar del Coral. En junio una potente escuadra japonesa, que tenía como objetivo la conquista de Midway ( base estratégica norteamericana en el Pacífico central) fue interceptada a la altura del atolón por aviones estadounidenses que en reiterados ataques hundieron cuatro portaaviones.

A continuación, los japoneses renovaron sus esfuerzos para conquistar Port Moresby, pero los norteamericanos desencadenaron dos ataques, contra las islas Salomón y Nueva Guinea, fijándose como objetivo final la conquista de Rabaul. En las Salomón la ofensiva americana empezó el 7 de agosto de 1942, con el desembarco en Guadalcanal, de notable importancia en el plano táctico y estratégico, ya que permitió instalar en la isla considerables fuerzas aéreas estableciendo las bases para el predominio aéreo. En 1942 las esperanzas japonesas de nuevas conquistas quedaron frustradas por la batalla de Midway, pero el cambio de situación en el Pacífico sólo se podía lograr mediante la ocupación completa de las islas.

En 1943 el ritmo de las operaciones norteamericanas se mantuvo lento debido a la necesidad de construir y concentrar unidades tácticas aeronavales y tropas anfibias. Los norteamericanos junto a los australianos reconquistaron Nueva Guinea y luego Makin, Apamama y Tarawa en el archipiélago de las Gilberts durante sangrientas batallas.

A comienzos de 1944 las fuerzas de desembarco del almirante Nimitz, explotando su superioridad aérea, naval y terrestre sobre los japoneses, conquistaron las islas Marshall, Carolina y Marianas. Estas islas serían las bases de los potentes B-29, destinados al bombardeo del Japón. En el Pacífico sudoccidental las divisiones anfibias de MacArthur conquistaron las Salomón y las islas del Almirantazgo y se aseguraron el control de la costa septentrional de Nueva Guinea.

El 20 de octubre comenzó el ataque a las Filipinas, con el desembarco en Leyte y la ardua batalla para la conquista de la isla. Las fuerzas conjuntas de MacArthur y de Nimitz estuvieron protegidas durante el desembarco en Filipinas por la flota más poderosa jamás vista en el Pacífico. La marina japonesa, no obstante, salió decidida a jugarse todas sus cartas en las aguas de la isla de Leyte, con una lucha a muerte que duró 2 días(24-25 de octubre).La flota japonesa sufrió una destrucción total, a pesar del empleo, por primera vez de los Kamikazes o pilotos suicidas.

El 9 de enero de 1945 los aliados desembarcaron en Luzón donde se registraron sangrientos combates con altas pérdidas por ambas partes.

El 3 de marzo caía Manila pero en la parte norte de la isla los japoneses resistieron con bravura. El 19 de febrero se inició el desembarco aliado en Iwo Jima, tratando de vulnerar las defensas de la metrópoli nipona. La batalla de Iwo Jima fue la más sangrienta de las batallas libradas en el Pacífico : los japoneses habían convertido a la isla en una verdadera fortaleza sobre la que tuvo poco efecto el previo bombardeo al desembarco. La lucha, encarnizada y sangrienta, duró 36 días de combate, durante los cuales los norteamericanos perdieron 6.000 hombres y los japoneses sufrieron la baja de 20.000 soldados. El 1 de abril los norteamericanos desembarcan en Okinawa, donde deben enfrentarse a los terribles Kamikazes que hundieron numerosas embarcaciones enemigas. Pero en dichas operaciones los japoneses perdieron su mejor acorazado, el Yamato que fue hundido por la aviación norteamericana. En el continete, los ingleses tras abrir la ruta de Birmania, conquistaron Akyab, Ramree, Mandalay, Meiktila y Rangún( 3 de mayo).La situación era cada vez más dramática para los japoneses pero éstos seguían ofreciendo una resistencia encarnizada. Los aliados tenían que conquistar casa por casa, hombre por hombre ya que los japoneses no se rendían ni aún estando desarmados.

El 5 de abril de 1945 la Unión Soviética denunció su tratado de neutralidad con Tokio, pero aplazó la intervención armada. Stalin, una vez más, demostraba su viveza. A pesar de tener a sus tropas a disposición por el derrumbe de Alemania, Stalin prefería que los norteamericanos siguieran combatiendo, que se desangraran, que gastaran todas sus fuerzas en el Pacífico, así luego el podría sentarse mejor en la mesa de negociaciones. Esta vez era la perversidad de Stalin sirviendo a los intereses de su país. Desde Potsdam, los aliados le lazaron a Japón un ultimátum riguroso que exigía la rendición sin condiciones. Tokio rechazó el ultimátum. Entonces el presidente norteamericano Harry Truman decidió ser más perverso que Stalin ordenando lanzar la bomba atómica sobre la población civil de Japón. Era la mejor manera de ahorrar hombres y medios y asimismo serviría para apichonar a Stalin con respecto a sus futuras pretensiones. Evidentemente Truman no pensó o no le interesaba la suerte de la población civil japonesa. El 6 de agosto se lanzó la primera bomba sobre Hiroshima, que quedó arrasada. Dos días después, un Stalin perplejo declaró la guerra al Japón y el ejército rojo penetró en Manchukuo y en Corea. A pesar del desastre, los japoneses no se rendían y seguirían luchando hasta las últimas consecuencias, pero el 9 de agosto otra bomba atómica fue lanzada sobre la población de Nagasaki, provocando otras miles de víctimas y entonces Tokio tuvo que anunciar sus propósitos de rendición. El 15 de agosto, el emperador japonés anunció por radio el término de la guerra pidiéndole al pueblo que aceptase la voluntad imperial. El 2 de septiembre, a bordo del acorazado norteamericano Missouri, se firmó el documento de la rendición incondicional del Japón. Por primera vez en tres mil años, Japón perdía una guerra pero lo hacía de la manera más digna. Si bien su situación militar era muy complicada antes de Hiroshima, los japoneses estaban dispuestos a pelear hasta las últimas consecuencias en una prueba de valor que sólo es comparable a la que tuvo el pueblo alemán. El genocidio norteamericano provocado en Hiroshima y Nagasaki no le dio a los japoneses la posibilidad de seguir peleando, pero ganó otra guerra: la guerra del valor y la dignidad contra un enemigo sin escrúpulos. Mientras tanto, en el continente asiático la aviación norteamericana servía de apoyo a las fuerzas armadas chinas a la vez que los británicos rechazaban una ofensiva japonesa en Imphal, en la frontera indo-birmana. En agosto se abrió la ruta de Birmania, haciendo así más fácil el envío de abastecimientos a las tropas chinas de Chiang Kai-Shek.

Campaña del norte de África

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Campaña en África del Norte, también conocida como la Guerra del Desierto, tuvo lugar en el desierto de África del Norte, a partir del 10 de junio de 1940 y hasta el 16 de mayo de 1943. Incluyó campañas en Libia, Egipto, Marruecos y Argelia y en Túnez.

La campaña en África del Norte era muy importante estratégicamente para el Eje y los Aliados. Los Aliados usaron la campaña como un acercamiento a un segundo frente de lucha contra el Eje de la Fortaleza Europa, y ayudó a disminuir la presión en el frente ruso. El Eje había planeado dominar el Mediterráneo a través del control de Gibraltar y del Canal de Suez, y al emprender una exitosa campaña en África del Norte donde, atacando septentrionalmente, se apoderaría de los ricos pozos de petróleo del Medio Oriente. Esto habría cortado los abastecimientos de petróleo más cercano a los Aliados, y habría aumentado los disponibles para el funcionamiento de la maquinaria de guerra del Eje.


La campaña en el Marruecos Franco-Argelino empezó el 8 de noviembre y acabó el 11 de noviembre de 1942. En un intento de hacer un movimiento de pinza sobre las fuerzas alemanas, los aliados desembarcaron en el Norte de África francés controlado por la Francia de Vichy con la suposición de que encontrarían poca o nula resistencia.

No obstante, las fuerzas de la Francia de Vichy se resistieron duramente a los Aliados en Orán y en Marruecos. Pero no en Argel, donde la Resistencia francesa dio un golpe de Estado el 8 de noviembre, que triunfó al neutralizar el XIX Cuerpo de Ejército francés y al arrestar a los oficiales de Argel antes de la llegada de los Aliados. Por lo tanto, prácticamente los desembarcos no hallaron resistencia en la ciudad y fue capturada el primer día con todo el mando vichysta. Después de tres días de conversaciones y amenazas, el general Mark Wayne Clark, un asistente de Eisenhower, obligó al almirante vichyista François Darlan y al comandante en jefe (el general Alphonse Juin), a que ordenasen a las fuerzas francesas el alto al fuego en Orán y Marruecos, entre el 10 y el 11 de noviembre. Así, Darlan pasaría a ser el jefe de la administración de la Francia Libre.
Los desembarcos Aliados provocaron la invasión alemana de la Francia de Vichy (Operación Anton). Como respuesta, la flota francesa fue barrenada en Toulon y el ejército de Vichy en el Norte de África se unió a los Aliados.




La campaña de Túnez empezó el 17 de noviembre de 1942 y terminó el 13 de mayo de 1943. Aunque Rommel estuviese rodeado por las fuerzas estadounidenses y de la Commonwealth, los pudo resistir con una serie de operaciones defensivas. La más importante fue la derrota del II Cuerpo (Estados Unidos) en la Batalla del paso de Kasserine. Pero de todas formas, Rommel fue superado en táctica, en hombres y en potencia de fuego. Después que el 8º Ejército británico, destrozó las defensas enemigas de la Línea Mareth, los Aliados apretaron al Eje hasta que su resistencia en África colapsó, terminando con la rendición de éstos el 12 de mayo de 1943, con unos 225.000 prisioneros de guerra en el cabo Bon.1 Esta pérdida de tantas unidades experimentadas redujo enormemente la capacidad militar del Eje y la fe en la victoria en la guerra de los satélites del mismo.

Después de la victoria aliada, se creó el marco idóneo para que empezase la campaña de Italia. La invasión de Sicilia empezó apenas dos meses después.

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